La fotografía en blanco y negro es un homenaje a la luz, pero también un reconocimiento de las sombras como elemento protagónico para crear volumen, evidenciar texturas, transmitir elegancia y sencillez. Tiene un encanto único, sublime, clásico, atemporal. Le otorga gran protagonismo al sujeto porque evoca fuerza, energía y seguridad. Para ver otros portafolios, pincha aquí.